jueves, 5 de octubre de 2017

CINCUENTA HISTORIAS DE REPENTE

Cincuenta historias de repente

Jesús Pardo

Debate
Barcelona 2003
249 páginas

“Casi todos los enigmas... me los resolvió un inesperado sueño lleno de sobrecogedor realismo”. Y también: “... para alivio y descanso de tantos críticos de arte como llevan siglos rascándose la cabeza por medio mundo para averiguar lo que a mí me ha sido bonitamente comunicado en sueños”.
Las dos frases (ambas truncadas) pueden servir de justificación o aclaración acerca del estilo de los cuentos que Jesús Pardo reúne en este volumen. Las dos frases están extraídas del libro, sin que resulte necesario bucear en las profundidades del mismo, acaso porque estas profundidades no existan. Intentaré explicarme. La brevedad de los cincuenta ejercicios que combinan lo fantástico, lo absurdo y esa suerte de inteligencia superficial que se llama sorna, que no ironía, apenas permite otra cosa que no sea enunciar temas que pueden relacionarse con la condición humana o con las verdades del mundo, pero no terminan de servir de apoyo sobre el que encaramarse para contemplar la realidad con un poco de sabiduría, o sencillamente cuestionarse las certezas que nos presenta esa realidad, es decir, para generar reflexión. Con una inventiva que pretende ser personal, pero carente en bastantes casos de originalidad (¿por qué empeñarse en mantener en el volumen unos cuentos que se limitan a repetir la estructura del chiste común, que de haber sido apartados ayudarían a compactar el libro?), recurriendo al extrañamiento gracias al viaje a través del tiempo o a la visión del mundo desplazándose a la percepción de seres singulares, o con un buen sentido de la parábola y la alegoría y la metáfora, se apuntan contenidos que podrían ser muy interesantes, por ejemplo los relacionados con la soledad y su cura; o lo arbitrario del destino y la resignación ante lo incomprensible; o la pregunta acerca de qué es lo que en verdad existe, si lo real o el conocimiento de lo real; o el sentido absurdo de la vida y lo cotidiano; y también la locura que supone enamorarse o mostrar celo en el trabajo, o lo contagiosa que resulta la del excéntrico; y, sobre todo, los que podrían componer un ciclo que son los unidos por la temática del Poder y los peligros del Poder: sus riesgos y consecuencias, la enunciación de sus manifestaciones y el temor que nos debe imprimir.
Sin que la lectura de todos los relatos llegue a componer un mundo mostrándonos fragmentos del mismo, cosa que en este caso explicaría el libro, y con lo que tal vez sea un exceso de confianza en su propia inventiva, los disparates de Pardo sorprenden, eso sí, por un inquietante vigor juvenil.


Fuente: Lateral

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