jueves, 6 de abril de 2017

Recomendamos: 'El país donde florece el limonero'

Helena Attlee

El país donde florece el limonero

La historia de Italia y sus cítricos

TRADUCCIÓN DE MARÍA BELMONTE

Acantilado
Barcelona, 2017
320 páginas



Empeñados en descubrir que de cualquier tema -la historia de la mayólica, la belleza de las ruinas en las que apenas queda nada que ver, el viaje a la melancolía, la gradación de los olores-, Acantilado y su equipo editorial vuelven a sorprendernos. En este caso con el país del Renacimiento y de los papas, del sur depurado y el norte industrial, de los bellos paisajes y las bellas ciudades, pero centrándose en un cultivo: el de las naranjas y los limones. La piel, el color, el aroma y todo lo que es el fruto, nos remite a cientos de recuerdos personales y universales. Una delicia para el fin de semana.

Recuerdo cuando los vuelos eran tan caros que la gente solía hacer el largo viaje de Inglaterra a Italia en barco y tren. En cuanto llegabas a París las cosas mejoraban, porque allí era posible tomar el Palatino, un coche cama nocturno que iba a Roma, con parada en Florencia, en el que uno podía dormir durante todo el trayecto. La primera vez que hice ese viaje fue hace treinta y cinco años. Al amanecer levanté una esquina de la cortinilla de la sofocante litera y me di cuenta de que ya habíamos atravesado la frontera. Estábamos en la Riviera italiana, en algún lugar cerca de Ventimiglia, y crecían limones junto al andén de la estación. Las oscuras hojas y los brillantes frutos de los árboles destacaban contra el telón de fondo del mar. Nunca he olvidado aquellos árboles ni la manera en que transformaban el paisaje a su alrededor; un paisaje que resultaba intensamente extraño a mi mirada genuinamente inglesa.

Helena Attlee, distinguida experta en jardines, cayó bajo el hechizo de los cítricos hace diez años y desde entonces fue reuniendo materiales y dando forma a este delicioso libro. Con una inmensa sabiduría, delicadeza y sentido del humor la autora nos relata los orígenes de los cítricos, de la gastronomía y del país, nos descubre los secretos del arte de la horticultura y nos ofrece recetas tan sencillas como suculentas. Los aromas, los colores, las texturas, la luz y los paisajes que evoca son los hilos de una historia dorada donde civilización y naturaleza se reconcilian. Y así El país donde florece el limonero invita al lector a emprender un viaje único y fascinante a la Italia de ayer y de hoy.


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